6 de Julio de 2018
PlayStation 3 es una consola con un catálogo muy extenso que incluye muchísimos juegos de grandísima calidad, pero no se puede decir que haya muchos referentes de plataformas en ella.
Como se trata de uno de mis géneros favoritos, pronto eché el ojo a los plataformas más destacados de la consola, entre los que no hay ninguno más famoso que LittleBigPlanet, al menos si nos centramos en los juegos exclusivos.
Tampoco es que si contamos los juegos de terceros (Como Sonic, Rayman, Mickey... ) la cantidad sea especialmente grande entre tantos disparos en primera persona, pero al menos el juego de hoy es un referente de calidad, y contó con varias entregas.
No hay nada que destripar
En el año 2008, Sony decidió que era buen momento para hacer nacer una nueva saga de estilo animado que tanto abundaban en consolas de Nintendo pero que escaseaban bastante más en la tercera sobremesa de Sony.
De la mano de Media Molecule, nació la saga de LittleBigPlanet, un plataformas en 2D basado en la globalización y la personalización, que salió de forma exclusiva para PlayStation 3(aunque luego tuvo una versión en PSP, con notables cambios diferenciales), y que enseguida cosechó un gran éxito, por lo que la saga continuó con más entregas durante los años siguientes.
La introducción está abarcada en el primer minuto. No he encontrado ningún video solo con ella.
Como he comentado, las bases de este juego son dos: Crear y compartir, aunque sin olvidar el propio manejo, al que iré más adelante.
Somos los creadores de un mundo de cartón y controlamos a pequeños muñecos de trapo que toman el papel de protagonistas de la aventura. A medida que avanzamos, recolectamos materiales para crear nuestros propios mapas.
Partiendo de esta base, es normal que el juego no esté centrado en ninguna trama en especial. El avance por niveles está justificado simplemente por la necesidad de ayudar a los distintos creadores de mundos a solventar la amenaza de un villano que está robando las creaciones. Y lo cierto es que, simple como ella sola, la trama es incluso mejor de lo que uno espera. Nos encontraremos con escenarios y creaciones bastante carismáticos, y aunque todo funciona como excusa para ir por distintos escenarios, funciona con mucho carisma en una circunstancia en la que no poner historia alguna habría sido la solución obvia.
Es por eso que juegos como este no se coordinan bien con tramas y deciden, por su propio bien, simplificarse, pero aún así la narración de LittleBigPlanet funciona muy bien gracias a su carisma.
Tú eres un creador, debes ayudar a los maestros creadores y derribar la amenaza que se cierne sobre el mundo, y lo haces controlando a un muñeco de trapo. Tan simple como él solo, este planteamiento está llevado al juego con inteligencia y carisma.
Eso es lo que nos lleva al propio juego: un plataformas en 2D con un fuerte componente creativo. Pero no hay que confundirse, eso no es todo lo que ofrece el juego. Al margen del contenido creativo y el online, en el que ahora ahondaré un poco, LittleBigPlanet ofrece una excelente aventura para un jugador. Es cierto que el control a veces es algo tosco, el personaje se siente pegado al suelo y algo torpe, aunque es interesante el manejo de los objetos y la interacción con ellos para avanzar, pero algunos elementos como la profundidad (es un plataformas 2D con tres capas de profundidad) a veces juegan malas pasadas que espero que arreglen en la siguiente entrega, lo que no quita que el derroche de originalidad sea más que patente. No por nada, a pesar de haber jugado muchísimos juegos del género, LittleBigPlanet tiene uno de los mejores diseños de niveles que conozco. Cada nivel se diferencia del resto y ofrecen desafíos jugables muy variados y acertados. Además, pese a ser un plataformas enfocado a todos los públicos, no es especialmente fácil.
Es por eso que si te gusta el género pero te importa un pimiento personalizar, crear y compartir, LittleBigPlanet sigue siendo una opción excelente.
En cuanto a esa personalización, hay muchísimos elementos que ofrecen posibilidades casi infinitas, pero que a cambio no son especialmente intuitivos y tienen unas físicas difíciles de dominar. El online, todavía operativo diez años después, nos permite acceder a los niveles creados por los usuarios y compartir los nuestros. Y ya sabéis qué significa eso: un montón de basura entre la que a veces se encuentran joyas.
El caso es que, irónicamente, el diseño de niveles de la historia principal es tan bueno que se siente que hagamos lo que hagamos no va a estar remotamente cerca de ese nivel. Curioso, cuanto menos, pero fue un factor que hizo que yo personalmente apenas tocara la creación de niveles pese a disfrutar muchísimo del modo aventura. Ah, también es importante mencionar que el juego cuenta con un modo cooperativo de 2 a 4 jugadores, que a lo largo del modo historia solo tiene algunas zonas secretas (que, por desgracia, al no poderse completar con un solo jugador imposibilitan la obtención del 100% de forma individual), pero que multiplica aún más las posibilidades de los niveles personalizados.
Pero además de eso, LittleBigPlanet es muy consciente de lo que es, y eso nos lleva a un apartado gráfico de gran carisma. Estemos donde estemos, todo se siente como un escenario construido artesanalmente por un ente superior al sackboy, que bien puede ser uno de los maestros de la aventura o nosotros mismos.
Técnicamente hay nivel, pero da igual, porque en estos casos el derroche de originalidad es mucho más importante que el factor técnico.
LittleBigPlanet, manteniendo un buen nivel técnico, consigue algo de lo que muy pocos juegos pueden presumir: posee gran variedad, y al mismo tiempo, es único. Es por eso que también es ideal para aquellos a los que les gusta ver propuestas diferentes y originales en los videojuegos más allá del acierto técnico, como es mi caso.
Y para rematar, el trabajo realizado para la banda sonora es igual de original.
Para la música de LittleBigPlanet se mezclan temas ambientales típicos de los plataformas (aunque con instrumentos y sonoridad carismáticos) y temas vocales producidos por grupos musicales.
Así, en el repertorio hay desde excelentes temas ambientales animados, dramáticos o épicos hasta temas vocales de lo más curioso, que además son muy pegadizos. ¡Si hasta hay un tema en español!
Lo cierto es que no sé ni qué canciones elegir para los ejemplos, pero aquí pongo alguno:
Este es el tema del primer mundo. Es interactivo y se van añadiendo instrumentos a medida que avanza, así que avanzad si queréis escuchar lo bueno.
Otro tema de mapa, también interactivo. Este tiene un aire más épico.
Y este es uno de los muchos temas vocales.
¿Hace falta decir algo más?
Aunque jugablemente tenga ciertas cosas que mejorar para entregas posteriores, LittleBigPlanet desborda originalidad y carisma, inteligentemente combinadas.
Un estilo único tanto en los gráficos como en la excelente banda sonora, una premisa bien aprovechada en todos los aspectos y uno de los mejores diseños de niveles que se pueden ver en un plataformas, hacen de él un imprescindible del género, y una experiencia que merece la pena probar.
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