13 de Abril de 2018
Seguimos con una nueva dosis de Inazuma Eleven, el RPG táctico de fútbol de Level-5.
He dedicado ya unas tres entradas a la saga, por un lado a la primera y segunda temporadas de la serie anime que nació después del videojuego, y por otro a la primera entrega para DS.
Bien, en primer lugar, si no habéis probado el primer juego o no sabéis si lo queréis jugar, mi recomendación es que leáis mi entrada sobre él. Esta entrada va a ser algo así como una continuación de aquella que le dediqué a la primera entrega, centrándome más en los nuevos elementos, de modo que no me voy a molestar en repetir cosas que ya dije sobre el primer juego (a menos que el hecho de que sean iguales tenga relevancia), o como mínimo me voy a explayar menos en esos puntos.
Aunque mencioné ciertos aspectos de la trama y demás cuando hablé de la segunda temporada de la serie, que es la que corresponde a la trama de este videojuego, voy a... ignorarlas, por así decirlo. Entiendo que el anime y el videojuego pueden ser interesantes de forma separada, y para muchos leer la entrada sobre el anime no resulta de interés, al tiempo que sí puede ser leer la del juego. En fin, que si habéis leído la de la segunda temporada, es posible que me veáis repetir ciertos apartados cuando hable de la historia de este juego.
Bueno, me dejo de explicaciones y comienzo ya.
Inazuma Eleven 2 es la segunda entrega (obviamente) de la saga de fútbol y RPG táctico de Level-5 Inazuma Eleven. Salió en 2009 en Japón y tres años más tarde en Europa, en forma de dos ediciones ligeramente distintas: Inazuma Eleven 2: Tormenta de Fuego e Inazuma Eleven 2: Ventisca Eterna. Ambas versiones tienen pocas diferencias que recalcaré más adelante, pero esencialmente son el mismo juego, como suele ocurrir en estos casos.
La historia continúa desde el final de la primera entrega, con Mark Evans y su equipo haciendo frente a una nueva amenaza, esta vez procedente de otro planeta.
De otro planeta... Pues sí, en esta ocasión Mark Evans y compañía deben afrontar la amenaza de unos... extraterrestres. En un primer momento resulta bastante extraño, y de hecho lo es, aunque se justifique el hecho de que jueguen a fútbol (dicen utilizar para competir el medio más común del planeta, y viendo la fama global del fútbol, no es una locura).
El problema es que la historia de monta en torno al objetivo de vencer a un villano, lo que resulta bastante básico y, sobre todo, ajeno al fútbol. Es cierto que Inazuma Eleven 2 sigue manteniendo el objetivo de la historia original: mejorar como equipo de fútbol, aunque esta vez sea para salvar el mundo de unos aliens. Por eso el desarrollo es, en esencia, igual que en el juego anterior, y de hecho la historia al final resulta ser incluso más interesante de lo que era en el primer juego, pero podríamos cambiar "fútbol" por cualquier cosa y seguiría funcionando.
Me explico: A mí me gusta e interesa que una historia tenga una esencia y un carisma. Si el juego va de fútbol, lo ideal es que la trama esté relacionada en la medida de lo posible con él, como ocurría en la primera entrega.
Para derrotar a los extraterrestres, los protagonistas necesitan nuevos miembros para el equipo y nuevas supertécnicas que usar en el campo. Eso nos llevará de un lugar a otro, siguiendo a los aliens, aprendiendo técnicas, reclutando miembros... Lo más interesante de este punto es la inclusión de Shawn Froste, a mí gusto el personaje más carismático de la saga, que pronto consigue un papel casi protagonista al lado de Mark.
En resumen: La trama es simple, aunque tenga sus momentos. Mantiene un nivel similar al juego anterior, quizá incluso superior, pero se aleja bastante del fútbol que se supone que caracteriza a Inazuma Eleven.
También hay otro error que me gustaría remarcar: Al igual que en la primera entrega de Inazuma Eleven, hay cientos de jugadores (mil quinientos, en este caso) que reclutar para formar el equipo de fútbol que queramos, pero hagamos el equipo que hagamos, la historia solo afecta a los personajes protagonistas. A muchos puede no importarle, pero se forma un contraste historia-jugabilidad al ofrecer un aspecto jugable que es totalmente ignorado por la trama.
Otro aspecto que debería remarcar es la diferencia existente entre Inazuma Eleven 2: Tormenta de Fuego y Ventisca Eterna. Dado que yo jugué a una de las versiones, he tenido que informarme al respecto, así que no sé realmente hasta qué punto los cambios son considerables. La única diferencia radica en que en la primera se le da más importancia al personaje de Axel y en la segunda a Shawn. Pero en Ventisca Eterna, al menos, ambos eran muy relevantes, así que no creo que la diferencia sea especialmente reseñable.
Pero bueno, vamos al interior del juego, a lo que ofrece jugablemente, que en este caso tiende a ser más importante.
Como comenté antes de empezar la entrada, no iba a detenerme en aspectos que se repitieran del juego anterior, así que para ver cómo se juega a Inazuma Eleven (más o menos), podéis visitar la otra entrada.
El caso es que lo que ha hecho Inazuma Eleven 2 para avanzar como secuela es sumar. Simplemente sumar. La jugabilidad del primer juego estaba bien, pero tenía bastantes limitaciones y su principal error era que los partidos eran prácticamente iguales. Limitarse a sumar... no ayuda. Hay quinientos jugadores más, más supertécnicas que realizar, algunos opciones más para reclutar jugadores y jugar partidos, y un par de nuevos movimientos que utilizar en el campo, no muy relevantes. A quien le gustara mucho el primer juego, no puede no gustarle este segundo porque es casi igual, pero personalmente, Inazuma Eleven necesitaba más arreglos que una simple suma de opciones. Los fallos o limitaciones de la primera entrega siguen presentes en esta secuela, que suma pero no mejora.
Así que me voy a ahorrar las explicaciones de qué tiene el juego. Coged mi entrada anterior y sumad, porque realmente el juego es prácticamente el mismo.
Hay un detallito que sí que me ha gustado, y es la presencia de futbolistas femeninas, lo que da algo más de variedad al plantel de jugadores.
En cuanto a las diferencias entre versiones... poca cosa hay. En el posjuego nos enfrentaremos a un equipo distinto según la versión (y a algunos otros equipos diferentes, menos destacables). Además, hay algunas diferencias en los futbolistas que podemos reclutar, entre los que se incluyen dos personajes especiales y unos cuantos más ajenos a la trama.
Las diferencias tampoco son especialmente reseñables en el apartado gráfico. Porque lo que encontramos es la misma suma que en el caso anterior, aunque lo cierto es que en este apartado es una suma más comprensible y con mejor resultado.
Los mapas, salvo los de la ciudad Inazuma, son todos nuevos y variados, aunque pequeños. Todos los futbolistas de la primera entrega regresan con la misma apariencia, y además se suman unos quinientos más, con aspectos que, por lo general, están más currados que los de los mil originales. Lo mismo ocurre con las supertécnicas, a las que simplemente se han sumado nuevas animaciones, conservando todas las antiguas.
Así que gráficamente se utiliza el mismo motor, pero con más contenido.
Y en cuanto a la banda sonora, también encontramos casi lo mismo que en el juego anterior (Me voy a hartar de decir eso en esta entrada). Los temas son bastante normalitos, y poco variados. Muchos de los lugares que visitaremos (la mayoría, de hecho) utilizan el mismo tema una y otra vez.
La mejora más destacable es que hay más temas que suenan durante los partidos contra los enemigos. Mientras que en el primer juego había solo dos equipos con un tema propio y todos los demás usaban el tercer tema, en este caso esa cantidad se duplica.
Ese es su punto fuerte, aunque los temas no son tan carismáticos (claro que los equipos a los que representan tampoco lo son), hay más temas para los partidos, pero muy pocos para los escenarios.
Os pongo un tema de escenario, el tema de partido y el tema de uno de los jefes.
También se han doblado algunas líneas, aunque siguen siendo pocas respecto al total. Lo mismo ocurre con las escenas de animación, que están bien pero siguen siendo pocas, la mayoría bastante cortas.
Así que está bastante claro: Inazuma Eleven 2 es una secuela muy poco arriesgada que se limita a añadir más de lo mismo, sin arriesgarse. Gustará a los que disfrutaron de la primera entrega (como a mí), pero podía haber dado mucho más de sí.
Siempre sin spoilers
Inazuma Eleven 2 es la segunda entrega (obviamente) de la saga de fútbol y RPG táctico de Level-5 Inazuma Eleven. Salió en 2009 en Japón y tres años más tarde en Europa, en forma de dos ediciones ligeramente distintas: Inazuma Eleven 2: Tormenta de Fuego e Inazuma Eleven 2: Ventisca Eterna. Ambas versiones tienen pocas diferencias que recalcaré más adelante, pero esencialmente son el mismo juego, como suele ocurrir en estos casos.
La historia continúa desde el final de la primera entrega, con Mark Evans y su equipo haciendo frente a una nueva amenaza, esta vez procedente de otro planeta.
De otro planeta... Pues sí, en esta ocasión Mark Evans y compañía deben afrontar la amenaza de unos... extraterrestres. En un primer momento resulta bastante extraño, y de hecho lo es, aunque se justifique el hecho de que jueguen a fútbol (dicen utilizar para competir el medio más común del planeta, y viendo la fama global del fútbol, no es una locura).
El problema es que la historia de monta en torno al objetivo de vencer a un villano, lo que resulta bastante básico y, sobre todo, ajeno al fútbol. Es cierto que Inazuma Eleven 2 sigue manteniendo el objetivo de la historia original: mejorar como equipo de fútbol, aunque esta vez sea para salvar el mundo de unos aliens. Por eso el desarrollo es, en esencia, igual que en el juego anterior, y de hecho la historia al final resulta ser incluso más interesante de lo que era en el primer juego, pero podríamos cambiar "fútbol" por cualquier cosa y seguiría funcionando.
Me explico: A mí me gusta e interesa que una historia tenga una esencia y un carisma. Si el juego va de fútbol, lo ideal es que la trama esté relacionada en la medida de lo posible con él, como ocurría en la primera entrega.
Para derrotar a los extraterrestres, los protagonistas necesitan nuevos miembros para el equipo y nuevas supertécnicas que usar en el campo. Eso nos llevará de un lugar a otro, siguiendo a los aliens, aprendiendo técnicas, reclutando miembros... Lo más interesante de este punto es la inclusión de Shawn Froste, a mí gusto el personaje más carismático de la saga, que pronto consigue un papel casi protagonista al lado de Mark.
En resumen: La trama es simple, aunque tenga sus momentos. Mantiene un nivel similar al juego anterior, quizá incluso superior, pero se aleja bastante del fútbol que se supone que caracteriza a Inazuma Eleven.
También hay otro error que me gustaría remarcar: Al igual que en la primera entrega de Inazuma Eleven, hay cientos de jugadores (mil quinientos, en este caso) que reclutar para formar el equipo de fútbol que queramos, pero hagamos el equipo que hagamos, la historia solo afecta a los personajes protagonistas. A muchos puede no importarle, pero se forma un contraste historia-jugabilidad al ofrecer un aspecto jugable que es totalmente ignorado por la trama.
Otro aspecto que debería remarcar es la diferencia existente entre Inazuma Eleven 2: Tormenta de Fuego y Ventisca Eterna. Dado que yo jugué a una de las versiones, he tenido que informarme al respecto, así que no sé realmente hasta qué punto los cambios son considerables. La única diferencia radica en que en la primera se le da más importancia al personaje de Axel y en la segunda a Shawn. Pero en Ventisca Eterna, al menos, ambos eran muy relevantes, así que no creo que la diferencia sea especialmente reseñable.
Pero bueno, vamos al interior del juego, a lo que ofrece jugablemente, que en este caso tiende a ser más importante.
Como comenté antes de empezar la entrada, no iba a detenerme en aspectos que se repitieran del juego anterior, así que para ver cómo se juega a Inazuma Eleven (más o menos), podéis visitar la otra entrada.
El caso es que lo que ha hecho Inazuma Eleven 2 para avanzar como secuela es sumar. Simplemente sumar. La jugabilidad del primer juego estaba bien, pero tenía bastantes limitaciones y su principal error era que los partidos eran prácticamente iguales. Limitarse a sumar... no ayuda. Hay quinientos jugadores más, más supertécnicas que realizar, algunos opciones más para reclutar jugadores y jugar partidos, y un par de nuevos movimientos que utilizar en el campo, no muy relevantes. A quien le gustara mucho el primer juego, no puede no gustarle este segundo porque es casi igual, pero personalmente, Inazuma Eleven necesitaba más arreglos que una simple suma de opciones. Los fallos o limitaciones de la primera entrega siguen presentes en esta secuela, que suma pero no mejora.
Así que me voy a ahorrar las explicaciones de qué tiene el juego. Coged mi entrada anterior y sumad, porque realmente el juego es prácticamente el mismo.
Hay un detallito que sí que me ha gustado, y es la presencia de futbolistas femeninas, lo que da algo más de variedad al plantel de jugadores.
En cuanto a las diferencias entre versiones... poca cosa hay. En el posjuego nos enfrentaremos a un equipo distinto según la versión (y a algunos otros equipos diferentes, menos destacables). Además, hay algunas diferencias en los futbolistas que podemos reclutar, entre los que se incluyen dos personajes especiales y unos cuantos más ajenos a la trama.
Las diferencias tampoco son especialmente reseñables en el apartado gráfico. Porque lo que encontramos es la misma suma que en el caso anterior, aunque lo cierto es que en este apartado es una suma más comprensible y con mejor resultado.
Los mapas, salvo los de la ciudad Inazuma, son todos nuevos y variados, aunque pequeños. Todos los futbolistas de la primera entrega regresan con la misma apariencia, y además se suman unos quinientos más, con aspectos que, por lo general, están más currados que los de los mil originales. Lo mismo ocurre con las supertécnicas, a las que simplemente se han sumado nuevas animaciones, conservando todas las antiguas.
Así que gráficamente se utiliza el mismo motor, pero con más contenido.
Y en cuanto a la banda sonora, también encontramos casi lo mismo que en el juego anterior (Me voy a hartar de decir eso en esta entrada). Los temas son bastante normalitos, y poco variados. Muchos de los lugares que visitaremos (la mayoría, de hecho) utilizan el mismo tema una y otra vez.
La mejora más destacable es que hay más temas que suenan durante los partidos contra los enemigos. Mientras que en el primer juego había solo dos equipos con un tema propio y todos los demás usaban el tercer tema, en este caso esa cantidad se duplica.
Ese es su punto fuerte, aunque los temas no son tan carismáticos (claro que los equipos a los que representan tampoco lo son), hay más temas para los partidos, pero muy pocos para los escenarios.
Os pongo un tema de escenario, el tema de partido y el tema de uno de los jefes.
También se han doblado algunas líneas, aunque siguen siendo pocas respecto al total. Lo mismo ocurre con las escenas de animación, que están bien pero siguen siendo pocas, la mayoría bastante cortas.
Así que está bastante claro: Inazuma Eleven 2 es una secuela muy poco arriesgada que se limita a añadir más de lo mismo, sin arriesgarse. Gustará a los que disfrutaron de la primera entrega (como a mí), pero podía haber dado mucho más de sí.
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