Hay algunos juegos que pasan tan desapercibidos cuando uno los juega que se olvida de su nombre a las pocas semanas de terminarlo.
Hoy voy a hablar de uno de esos juegos, un juego sencillo, del que realmente hay poco que hablar, por lo que imagino que esta entrada me quedará bastante más corta de lo normal.
No me preocupa, siempre que diga todo lo que quiero decir sobre él.
SBK: Snowboard Kids es exclusivo de DS
SBK: Snowboard Kids es obviamente un juego sobre carreras de snowboard lanzado para Nintendo DS en el año 2005, aunque no llegaría a Europa hasta 2006, en completo inglés.
No es el primer juego de su saga, sino que está precedido por el Snowboard Kids original, que salió el siglo pasado para Nintendo 64, y fue porteado posteriormente a PlayStation, todo de la mano de Atlus, compañía más conocida por sus RPGs.
En este juego, los chicos vuelven con un diseño más humano, dejando de lado los chibis narizones de las entregas anteriores.
Normalmente suelo dejarlo para el final, pero esta vez creo que es más importante empezar con la jugabilidad. A fin de cuentas, un juego que apenas consiste en echar unas cuantas carreras se basa en su absoluta totalidad en que echar carreras sea lo más divertido posible.
Y lo cierto es que divertido, lo que se dice divertido, es. La sensación de velocidad está ahí y las carreras son dinámicas. No solo nos deslizaremos colina abajo, sino que también realizaremos acrobacias en los saltos o lanzaremos proyectiles a los enemigos.
A medida que hagamos acrobacias, llenaremos un indicador que podremos usar luego para correr más rápido o para atacar a nuestros enemigos. Al mismo tiempo, hacer acrobacias horizontales desviara los proyectiles no elementales que recibamos, que son aquellos que no podremos esquivar sencillamente apartándonos de su trayectoria. Estas acrobacias se ejecutarán con la cruceta y con la ayuda de la pantalla táctil, cuyo uso resulta acertado dentro del juego. No puedo decir lo mismo del micro, teniendo en cuenta que el juego no nos pregunta si queremos usarlo, y yo la verdad, no tenía ganas de gritar a la pantalla para zafarme de alguna trampa.
Resumiendo: las carreras son muy divertidas y dinámicas, con lo que damos por sentado que lo más importante funciona. Ahora bien, podemos hablar de algunos problemas bastante... importantes. En primer lugar, los escenarios están bien, pero son absolutamente lineales, no existe una sola bifurcación ni nada por el estilo. Otro error importante es que hay muy pocos escenarios, lo que encima agrava el hecho de que los mapas no tengan profundidad. Y es que hay... ocho mapas, si no cuento mal.
Luego nos vamos a los modos de juego, y tenemos tres: Carreras normales, slalom y batalla contra el jefe. Las carreras normales tienen su gracia, pero los otros dos modos son... insulsos. Además, solo podemos luchar contra el jefe y hacer slalom en unos tres niveles, mientras que si queremos competir en un mapa concreto... no podemos, nos vemos obligados a participar en una copa específica, de modo que si tal vez queremos hacer una carrera en el mapa de Noruega, la única posibilidad es hacer antes otros 8 niveles de la copa en la que esté. Todo esto hace que la vida útil del juego caiga drásticamente, pues una vez completadas las copas... ¿qué nos queda? Reunir dinero para comprar los extras que hay, lo que no resulta demasiado aliciente teniendo en cuenta que para conseguir ese dinero tenemos que repetir competiciones aleatorias muchísimas veces.
Debido a esto, SBK cae inexorablemente en la repetición en poco tiempo.
En cuanto a los personajes que podemos usar, las diferencias entre ellos son estadísticas y se notan como en cualquier otro juego de carreras. El problema, y esto ya es una opinión personal y subjetiva, es que los protagonistas son... un poco insoportables. Eso además de tener un diseño que no acaba de tasar con el entorno.
Como "protagonistas" tenemos a Slash, un chulito en chándal; a Brad, un envidioso que va en pantalones cortos en la nieve; a Nancy, una chica que por guapa se cree superior a los demás; a Jam, un brasileño que no sé qué pinta aquí; a Tommy, un pedante al que le gusta Nancy solo porque es guapa; y a Koyuki, una ninja adorable más tópica que un elfo arquero.
Lo cierto es que el plantel deja mucho que desear, y son en su mayoría personajes que no agradan al jugador (o al menos, no a mí), si bien hay un par de personajes desbloqueables que por lo menos a mí ya me agradan bastante más. A cada uno podemos asignarlo una paleta de colores (de entre cinco por personaje) y una tabla de snowboard de entre unas... 24, si no cuento mal.
Cabe mencionar que durante las carreras, los personajes hablan, así que los que tienen una personalidad detestable no se van a salvar por estar callados. Pero bueno, las voces debemos contarlas como algo positivo, porque lo cierto es que son bastante activas y suenan a menudo y de forma bastante clara.
Hablar de todo esto resulta casi suficiente, pero bueno, no voy a dejar sin mencionar los gráficos del juego o el sonido.
Los gráficos son bastante acertados. Los entornos no lucen mal, sin destacar, y consiguen diferenciar unos mapas de otros, pese a que no hay mucho obstáculo singular dentro de cada mapa. Los modelados de los personajes están bien recreados, aunque personalmente no me gusta el diseño de casi ninguno de ellos. El problema es que no se puede hablar muy bien de los gráficos.
¿Por qué? Porque sí, los gráficos son buenos, pero... solo hay 8 mapas y 8 personajes. Si los gráficos no fueran buenos, casi podríamos tirar el juego a la basura.
Básicamente podemos decir que los gráficos en este juego son necesarios, debido a la escasa cantidad de entornos, pero de todos modos, es innegable que dicho apartado aprovecha bastante bien el potencial de DS. No lo desborda, eso sí.
En cuanto al sonido... ya he mencionado que las voces suenan claras, lo que es un punto positivo. Los efectos de sonido de movimientos y armas son como pueden ser, simplemente.
Si nos vamos a la banda sonora ya... tenemos el mismo problema que en el resto del juego. Teniendo 8 mapas, lo lógico sería que cada mapa tuviera canción propia, o que cada mapa tuviera dos canciones, o que cada mapa en cada modo tuviera canción... cualquiera de esas opciones sería positiva.
Lo que tenemos en cuestión son 17 temas, 11 de ellos suenan durante las competiciones. La verdad es que si hay algún orden concreto que siguen, no lo sé, pero que yo sepa suenan de forma aleatoria en cualquier mapa y cualquier desafío de forma indiferente. Son temas animados, sin más pretensión que acompañar, así que el apartado musical simplemente está ahí.
En resumen, lo que tenemos es un juego divertido, que cumple en todos los apartados pero que se autocondena debido a su escaso contenido, y a su débil aprovechamiento de este. Una vez hayamos superado las tres copas, cosa que no nos tomará más de dos tardes, lo único que podremos hacer será llevar a cabo competiciones aleatorias o repetidas para ir ganando dinero y comprar las cosillas que se pueden conseguir.
Aunque SBK: Snowboard Kids sea divertido, es un juego cuya vida útil es extremadamente corta, y es una lástima porque el sistema de juego funciona.
Quizá la próxima vez, chicos.
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