[3DS] Fire Emblem Fates: Estirpe

miércoles, 2 de enero de 2019
2 de enero de 2019

Se me hace extraño escribir esta entrada con tanta antelación. No he llegado ni siquiera a noviembre y ya estoy programando una entrada para 2019. Desde luego, me he puesto a fondo para quitarme los pendientes y he sacado meses de entradas semanales programadas. No está nada mal.
Para celebrar el año nuevo... supongo, voy a empezar a poner los meses en minúscula. Sé desde hace mucho que los nombres de los meses van en minúscula, pero no sé, me gustaba más así.


Seguimos con las entradas de una de mis sagas favoritas: Fire Emblem.
Esta es en concreto la cuarta entrada que le dedico a un juego de la saga, y sigue sin ser uno de mis favoritos. La primera fue la de la segunda parte de la aventura de Marth: New Mistery of the Emblem, pero es una entrada muy antigua que, cuando lo rejuegue, repetiré.
Hace menos tiempo ya, escribí sobre el primero de los tres juegos de Game Boy Advance, protagonizado por Roy: The Binding Blade; y sobre el primero de Nintendo 3DS: Awakening.

Después de Awakening, llegó la trilogía Fates con Estirpe, Conquista y Revelación. Aunque son el mismo juego en muchos puntos, también se diferencian en otros tantos. Así que en lugar de hacer una entrada muy grande sobre todos ellos, voy a dedicarle una entrada a cada uno. De todos modos, aún no he jugado Conquista ni Revelación porque he preferido alternar con Echoes, del que hablaré dentro de un tiempo antes que de otras entregas de Fates.
Es posible que, para evitar repetirme cuando llegue el momento de esas otras entregas enlace a esta misma entrada para no repetir las similitudes.

Bueno, explicado esto, puedo empezar.


Sin spoilers, como siempre


Fire Emblem Fates fue el juego número catorce de la saga Fire Emblem y fue desarrollado por Intelligent System para Nintendo 3DS en 2015, aunque a Europa llegaría al año siguiente.
Posee tres ediciones: Estirpe, Conquista y Revelación, aunque son ediciones que cuentan una historia diferente, con mapas diferentes y (obviando Revelación) con un plantel de personajes diferente.
Hoy voy a hablar de una de esas tres ediciones: Fire Emblem Fates: Estirpe, la versión para principiantes de Fates, por decirlo de alguna manera.



En esta ocasión, la historia cambia radicalmente de contexto para centrarse en el conflicto entre dos naciones: Nohr, que comienza la invasión, y Hoshido, que pretende evitar el conflicto.
El hecho de tener dos naciones enfrentadas no es una novedad en la saga, pero sí lo es escoger a cuál de las dos ayudar. Corrin, el protagonista personalizable del juego, se crió en Nohr pero nació en Hoshido, por lo que cuando comienza la guerra también lo hace su conflicto sobre a qué bando ayudar.
En Fire Emblem Fates: Estirpe, Corrin elige ayudar al país donde nació, Hoshido, para detener al rey Garon de Nohr, que ha sido el que ha comenzado la invasión.

Esos primeros capítulos hasta que Corrin toma una decisión son todo un acierto porque de verdad sentimos que no existe una decisión correcta, y que hagamos lo que hagamos decepcionamos a una de nuestras familias.
En este caso, al unirse al bando de Hoshido, la familia real de Nohr se convierte en nuestra enemiga. Sin embargo, aunque al principio todo pueda pintar emocionante, la verdad es que la historia de Fates: Estirpe es muy simple. Dentro de la saga Fire Emblem, me atrevería a decir que es la historia más sosa solo por delante de la aventura original de Marth, y por detrás incluso que el periplo de Roy. Entre apoyos y trama, además, hay más huecos argumentales que nunca.
Por otro lado, el protagonismo de la realeza de Hoshido queda totalmente diluido por Corrin y personajes con tanto potencial como Takumi o Ryoma quedan relegados a meros secundarios de la historia de Corrin, que de por sí es uno de los protagonistas más sosos de la saga. El contrapunto lo dan los antagonistas, que son los miembros de la realeza de Nohr, que como enemigos de la historia cumplen un papel excelente. Sin desdeñar a los demás, Xander se convierte en el antagonista más importante de la trama y en uno de los mejores de todo Fire Emblem.


Eso sí, el contexto en el que ocurre la trama es toda una fuente de aire fresco para la saga. Hoshido es un continente oriental de samuráis, ninjas y personajes con hakama y esas cosas. Nohr, aunque se parece más a lo recurrente en la saga, tiene un aire militar y oscuro que también le da un carisma propio.
Querer salirse de los contextos habituales le ha hecho mucho bien a Fates, aunque no se ha aprovechado tan bien como debería.
En cuanto a los personajes, hay muchos más que en otros juegos. No son los más carismáticos de la saga y están bastante estereotipados. A veces, además, se nota que muchas chicas están creadas a propósito para ser las "waifus" personales de cierta clase de jugadores, y tres cuartos de lo mismo es aplicable a los hombres.
En general es por mucha diferencia el Fire Emblem con más fanservice (sin contar Heroes), pero la calidad de sus personajes depende de cada uno. Eso sí, aunque hay buenas conversaciones de apoyo, la gran mayoría son morriña, y el sistema de hijos es extremadamente forzado hasta tal punto de que no hay forma de creérselo. Se ha sacrificado calidad en pos de la cantidad, y eso generalmente no da muy buenos resultados.

Por todo eso, a pesar de su interesantísimo contexto, Fire Emblem Fates: Estirpe es claramente uno de los peores Fire Emblem a nivel argumental.

En cuanto al apartado gráfico, como es natural se ha utilizado el mismo en las tres ediciones de Fates, aunque los mapas y los personajes son diferentes, así como las cinemáticas que aparece a lo largo de la historia.
La ambientación está muy bien lograda, y ese contexto que ya he mencionado funciona gracias a una excelente recreación gráfica. La tranquilidad y armonía de la tradición de Hoshido contrastan totalmente con el aire oscuro y fortificado de Nohr. Este trabajo ambiental es muy bueno, y ayuda a que esa idea contextual no se quede en nada.
Además, hay muchas clases, distintas en cada reino, con animaciones que apenas se han reciclado de Awakening, y que lucen de maravilla. Aunque casi todas las clases aparecen en ambos juegos, en Estirpe tendremos más cercanía, lógicamente, con las clases de Hoshido, pues serán las que controlemos.



En general todo ha dado un pequeño paso hacia delante desde Awakening, salvo por un pequeño detalle, y es que si activamos el modo 3D el juego no tardará en ralentizarse, cosa que no ocurría en el juego anterior.

Pero, al margen de ese único error gráfico, Fire Emblem Fates luce de maravilla, y hace gala de un apartado gráfico excelente.

La música también va de la mano con esta ambientación gráfica y pone toda su carne en el asador. Las canciones relacionadas con Hoshido tienen un aire oriental radicalmente distinto a lo visto anteriormente en Fire Emblem.
Se toma la idea de Awakening de suprimir los temas de batalla y sustituirlos por variaciones del tema de mapa más activas, solo que esta vez tampoco se interrumpirá el tema de mapa al comenzar el turno enemigo, supresión que se hace a cambio de tener más temas para nuestros turnos.
Aunque en la edición Estirpe la música de los mapas generalmente será más oriental, la música de jefe, dado que los enemigos son de Nohr, utilizará un estilo distinto, con un toque celta muy interesante.
Os pongo un ejemplo de mapa y otro de batalla:




Entre el carisma que le da al contexto y la calidad que tiene de por sí, Fire Emblem Fates tiene una banda sonora excelente, diferente a las de los otros juegos de la saga, pero probablemente de las mejores dentro de Fire Emblem.

Por último, me toca hablar de la jugabilidad. No quiero entrar a fondo con cómo se juega a Fire Emblem porque doy por hecho que es algo que se sabe o se ha leído en alguna entrada anterior. En caso negativo, lo resumo como un RPG táctico que transcurre en una cuadrícula que sirve de mapa para enfrentar a los enemigos en combates 1 vs 1, o, en este caso, hasta 2 vs 2.


En esta ocasión, a los combates se ha sumado el sistema que acabo de mencionar de combates dobles, ligeramente evolucionado desde Awakening.
Más o menos sigue la estela de Awakening, cuya entrada enlacé al comienzo de esta, así que no voy a dedicarle más tiempo.

Fates se centra más en las opciones extra. Un castillo como sistema mejorado del cuartel general de Awakening, con interacción con personajes, tiendas, algunos extras disponibles a lo largo del día... Y Fanservice, a modo de una tienda de ropa interior censurada en Europa y unas termas sin ningún propósito interesante.
Y ya que he mencionado la censura: Fire Emblem Fates llegó a Europa con una censura abusiva y absurda. No me voy a detener en decir las mil cosas que se han censurado, pero se han borrado y alterado conversaciones enteras por lo motivos más ridículos. La censura de Fates es, simple y llanamente, una auténtica vergüenza.
En fin. El castillo también tiene ciertas opciones online, de modo que Fates: Estirpe es un juego muy prolongable con bastante contenido adicional. Que sea de interés o no ya depende del tipo de jugador.


Centrándome ya en la historia principal, hay que tener presente qué papel cumple cada juego de Fates. Mientras que Conquista es un juego más desafiante, Fire Emblem Fates: Estirpe es la edición fácil de Fates. Los mapas son muy simples y tienen objetivos basados siempre en derrotar a todos los enemigos o al jefe de turno. No hay muchos elementos estratégicos en ellos en la mayoría de los casos, así que es uno de los Fire Emblem más simples en batalla.
Para muchos veteranos esa poca variedad resultó muy poco satisfactoria, pero viene bastante bien para los novatos en la saga, por lo que Estirpe es una buena opción para comenzar con la saga, aunque personalmente antes recomendaría otros títulos como The Sacred Stones, Blazing Sword o Awakening.
De todos modos, como ya viene siendo común en la saga, hay varios modos de dificultad, que aunque quizá no cumplan las expectativas de los más exigentes de Fire Emblem, sí cumplen la de la mayoría de los jugadores, cuya máxima dificultad no será un paseo.


Con todo eso, Fire Emblem Fates: Estirpe no ha sido un Fire Emblem exento de críticas negativas. 
Por un lado, tenemos unos apartados técnicos sobresalientes, con una buena ambientación, acompañada por un buen nivel gráfico y una banda sonora excelente.
Por otro, la historia es simple, los mapas básicos y el juego está plagado de fanservice como nunca.

No me cabe duda de que hay muchos Fire Emblem mejores que Estirpe, lo que no quita que haya que negar sus aciertos. Por mi parte, me encanta la saga entera y este juego no es una excepción, aunque es cierto que se trata de una entrega bastante floja, sobre todo a nivel argumental.


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