Creo que Pokémon Luna es el único juego que he comprado en el momento de su salida, pero me pudieron las ganas, tanto de jugarlo como de no destriparme nada por internet (no miré la PokéDex cuando se filtró ni nada).
Desde luego no puedo decir que no amortizara el juego, pues a día de hoy son en torno a 700 las horas que le he echado.
Pokémon, con sus más y sus menos, es una saga que me gusta mucho, y todos sus juegos tienen algo especial. Cualquiera de sus juegos es buena opción para introducirse en la saga, y como por lo general son bastante conocidos, esta vez no voy a concluir sobre qué público tiene que jugarlo ni nada similar.
Ya he hablado antes en el blog de la quinta y sexta generación con Pokémon Blanco y Negro y con Pokémon XY. Y lo cierto es que si ya daba un poco de miedo hablar de otras entregas de Pokémon, esta es especialmente controvertida y ha recibido muy buenas críticas por un lado y muy duras por el otro. Seguramente, como suele ocurrir en estos casos, ambos lados estén exagerando, pero hoy me toca a mí.
Como hay muchas cosas interesantes de las que hablar sobre este juego, espero no olvidarme de nada importante. Y teniendo en cuenta que es un juego al que he jugado muchísimo y del que he discutido mil veces, no es de extrañar que la entrada de hoy vaya a parecer un análisis más que de costumbre, porque voy a profundizar bastante más de lo que suelo hacer.
Como hay muchas cosas interesantes de las que hablar sobre este juego, espero no olvidarme de nada importante. Y teniendo en cuenta que es un juego al que he jugado muchísimo y del que he discutido mil veces, no es de extrañar que la entrada de hoy vaya a parecer un análisis más que de costumbre, porque voy a profundizar bastante más de lo que suelo hacer.
Siempre sin spoilers
Pokémon Sol y Pokémon Luna son la pareja de títulos de la saga Pokémon que dio paso a la séptima generación Pokémon, y la segunda de ellas en nacer en la consola Nintendo 3DS.
Se lanzó en noviembre de 2016, como siempre, de la mano de Game Freak, orgullosos creadores de Pokémon desde sus inicios.
A diferencia de XY, cuyas novedades eran principalmente técnicas, Pokémon Sol y Luna parecían centrar su atractivo en ciertos apartados artísticos al situar la historia en las islas tropicales de Alola.