[Wii] Tales of Symphonia: Dawn of the New World

martes, 28 de marzo de 2017
28 de Marzo de 2017

¿Qué es esto? ¿Qué hago yo hablando de un juego de Wii?

Ejem. Hace cerca de un año hable en el blog de Tales of Symphonia (En esta entrada), ese RPG de acción tan extremadamente popular en todo el mundo, y considerado un clásico de culto. Lo pude jugar gracias a Tales of Symphonia Chronicles, recopilación de PS3 que incluía tanto a Tales of Symphonia como su continuación: Dawn of the New World, de la que hablaré hoy. En concreto compré un pack que incluía también Tales of Graces f, del que hablaré en un futuro... relativamente cercano, supongo.

En fin, ¿qué decir de Tales of Symphonia 2? Todos los elogios que se llevó la primera entrega como gran clásico fueron palos que se llevó esta secuela que muchos consideraron indigna e insuficiente. Lo cierto es que hay bastantes que la recuerdan con cariño, y afirman que es un buen juego, pero lo que es difícil de encontrar es a alguien que lo prefiera a su precuela.
Hoy voy a hablar de él, y ya veremos hasta qué punto se puede considerar una buena secuela o no. De momento me voy a limitar a decir que el juego en sí me gustó, pero claro, eso no es un indicio de calidad muy científico que digamos.

Para hablar bien de este juego, o al menos para poder situar bien el argumento, necesito hacer spoilers, y además, leer sobre este juego sin haber jugado al anterior no tiene mucho sentido, así que, como aviso más abajo, esta entrada contiene spoilers del primer juego. Y de los importantes.



Contiene spoilers importantes de la precuela "Tales of Symphonia".
No ver la entrada si no se ha pasado ese juego.


Tales of Symphonia: Dawn of the New World es la secuela de Tales of Symphonia y el primer juego de Tales of para Wii.
Fue desarrollado por Namco Tales Studio, la misma desarrolladora que en el resto de juegos de la saga, allá por 2008, unos 5 años después de la salida de la entrega de Gamecube.
Narra los acontecimientos sucedidos después del juego anterior, aunque esta vez el protagonista es Emil, un tímido joven huérfano que vive con sus tíos.




Han pasado dos años desde que el viaje de Lloyd y sus amigos resultara en la regeneración del mundo, lo que provocó el renacer del árbol del mundo y la unión de los mundos de Sylvarant y Tethe'alla, evitando así que continuaran en su inevitable ciclo hacia la destrucción.
Sin embargo, el nuevo mundo no se ha adaptado a los cambios, y el caos confunde a los habitantes. Los mapas han cambiado por completo, el clima ya no es el que era... A su vez, el choque cultural entre los habitantes provoca conflictos: Los habitantes de Tethe'alla ven como inferiores a los Sylvarant, cuya tecnología está atrasada, y los de Sylvarant miran con miedo a los habitantes de Tethe'alla, por la razón opuesta.
En medio de este conflicto, varios guerreros de Sylvarant forman un ejército de resistencia conocido como Vanguard, cuya misión es acabar con el régimen de superioridad y control de Tethe'alla y la Iglesia de Martel, del lado de Tethe'alla.
La desgracia asola a Palmacosta cuando un enfrentamiento entre ambos desata la "Purga de Sangre", un brutal enfrentamiento en el que multitud de ciudadanos inocentes pierden la vida. Según varios testigos, el causante de los conflictos fue Lloyd Irving, el héroe causante de la regeneración, al que muchos admiran como salvador del mundo, pero muchos otros odian como desencadenante de ese caos.

Antes de continuar con el protagonista de la historia y su comienzo, quisiera comentar algo sobre este contexto. El final de Tales of Symphonia, si bien no era totalmente cerrado, sí que no parecía estar hecho para una continuación. Sin embargo, el trabajo de fundamentación de un nuevo mundo con nuevos problemas es muy coherente. No parece el típico argumento forzado para sacar una segunda parte, sino que de verdad tiene sentido que algo así ocurra ante los cambios que se desataron al final del primer juego.
Sigo:

Emil Castagnier, que perdió a sus padres en la Purga de Sangre, vive con sus tíos hasta que un día recibe la llamada de Tenebrae, un siervo de Ratatösk, el espíritu del viejo árbol de Kharlan, que odia a los humanos por haber destruido su árbol. Emil emprenderá un viaje junto a Marta, que posee parte de Ratatösk en su frente, con el objetivo de devolverlo a la vida en busca de su ayuda para reestablecer el equilibrio del mundo.
Pero las intenciones de Ratatösk, la intervención de Lloyd Irving y de Vanguard, y del imponente Richter Abend, no pondrán las cosas fáciles a Emil y Marta.

Ya que he empezado con el contexto y eso, voy a continuar hablando de la trama y los personajes.
En primer lugar, Emil Castagnier, genera reacciones bastante diversas a los jugadores. En principio es un chico tímido, con muy poca estima y muy cobarde. Sus tíos le maltratan, y en la calle los otros chicos le pegan y la gente le desprecia, culpándole de los desastres que ocurren desde que llegó de Palmacosta tras perder a sus padres. Digámoslo claro: Emil es quejica, cobarde y no cree ser capaz de poder hacer nada. Para muchos puede ser irritante, pero es probablemente el personaje más humano de los Tales of que he jugado. El apoyo de Marta y Tenebrae, y los consejos de Richter le harán evolucionar como persona. Personalmente, su desarrollo me parece magnífico durante todo el juego. No es un personaje que se desarrolle únicamente tras ciertos eventos, sino que va evolucionando durante todo el juego, de una forma muy realista y coherente. Como protagonista, debo decir, me pareció excelente. (Me protejo con un escudo) Mejor que Lloyd.
Durante prácticamente todo el juego estará acompañado de Marta. Marta también puede resultar irritante. Se enamora a primera vista de Emil y lo pone continuamente por las nubes. Su desarrollo a lo largo del juego también es bueno y afecta a su vez al desarrollo de Emil, pero es un personaje más poco creíble que Emil.
Para conectar al personaje de Emil con Ratatösk está Tenebrae, el centurión de la oscuridad y sirviente de Ratatösk. Sirve a Emil en cuanto obtiene los poderes de Ratatösk, y lo acompaña también durante casi toda la aventura. Aunque no se desarrolla tanto como Emil o Marta, es un personaje muy carismático y uno de mis favoritos del juego.
En el lado "neutro", al estilo de Kratos en el primer juego, tenemos a Richter Abend, el primer personaje en animar a Emil a ser fuerte. Es otro personaje maravilloso, con un papel muy importante en la historia, unas motivaciones muy coherentes y unas intervenciones en la trama que suelen ser los mejores momentos. No voy a dar más detalles, pero fue mi personaje favorito del juego y un personaje excelente y redondo.
No me voy a explayar mucho más en los personajes, para no desequilibrar la entrada. En el bando enemigo tenemos a unos personajes "divertidos", lo que infantiliza bastante el resultado. Son personajes no tan creíbles y con unas motivaciones generalmente muy pobres. No es tan importante, porque tenemos en el plantel a personajes excelentes, pero obviamente si estos fueran mejores personajes, el resultado sería mejor.
También hay que hablar de los personajes de la precuela. La mayoría de los protagonistas de Tales of Symphonia reaparecen en Dawn of the New World. Su papel en la historia no es equitativa, de modo que tenemos a personajes importantes en la trama general (Como Lloyd, al que se le sitúa en un bando enemigo), otros que participan activamente en ella, como Genis, y otros que aparecen porque tienen que aparecer todos, como Presea. Aunque sus apariciones a veces son mera casualidad, tampoco me parecieron tan forzadas como para desentonar en la historia. Un pequeño detalle es que con la aparición de Zelos se confirma como canónico el camino de Tales of Symphonia en el que no moría. Lo digo solo como curiosidad.

Bueno, hasta aquí con los personajes, la trama en sí, como mencioné antes, justifica su existencia bastante bien. No ocurre como en otras secuelas en las que la trama parece sacada de la manga.
Eso sí, aunque la historia se fundamenta muy bien en un comienzo y el viaje de Emil es lógico, pronto la trama se torna mucho más lenta. Las sorpresas no abundan, y muchas veces recorremos los mapas casi porque sí. Es una historia... sosa, que luego justifica las motivaciones de ciertos sucesos importantes como la Purga de Sangre de una forma bastante poco creíble.
Eso sí, no puedo no decir que la recta final es muy digna. El final es muy bueno, y la recta final bastante potente. A mí me gustó puede que más que la de la precuela, así de buena me parece. Gracias a eso, y a ciertos momentos, la trama se sustenta y merece la pena. Además, es mucho más corta que la de Symphonia, así que no se alarga artificialmente durante decenas de horas, cosa que es de agradecer.

Considero adecuada hablar de la jugabilidad por segundo lugar. Uno de los mejores aspectos de Tales of Symphonia era el control de los combates, y otro era la exploración de las mazmorras mediante la resolución de puzzles.
Había muchas más cosas, claro está, pero diría que estos dos puntos eran los más destacados del juego.



Los combates siguen teniendo la estela de la saga Tales of, y se parecen bastante a los de Symphonia. Se ha añadido un control libre que nos permite desplazarnos por el escenario con total libertad (Pulsando un botón y recibiendo más daño si nos alcanzan mientras lo hacemos), que es una buena idea aunque se "rompe" alguna que otra vez, provocando un movimiento extremadamente lento y poco preciso. Esto pasa a veces, no sé la razón, aunque no suele tener mayor consecuencia. El control de Emil no tiene nada que envidiar al de los personajes de Tales of Symphonia, y el de Marta, aunque peor, también funciona. El punto más negativo es que el control de la mayoría del resto de personajes (que son los de la precuela) es bastante más simple y soso, y la verdad, no se dejan manejar tanto como en la precuela. En el original, manejé un montón a muchos de los personajes (casi todos salvo los magos, básicamente), pero Dawn of the New World lo pasé usando prácticamente solo a Emil. No quiere decir que solo merezca la pena manejar a Emil y Marta, pero por lo general es así. Hay otro personaje cuyo control es estupendo, pero es el último personaje que se obtiene. Es un punto negativo porque uno tiende a usar menos personajes, pero yo nunca me cansé de utilizar a Emil, así que no lo consideraría un error de gravedad. 
En este sentido, una novedad es la posibilidad de utilizar a monstruos en los combates. Si luchamos contra un monstruo, tenemos la posibilidad de llamar su atención y de añadirlo a nuestro bando (Hay un método para conseguirlo, aunque no voy a ahondar en eso). Podemos mejorarlos, evolucionarlos... Es un añadido interesante, aunque no podemos controlarlos.
Hay otros añadidos más, así que el juego no parece ser lo mismo que el anterior.
En cuanto a la exploración... ahí sí que el juego no tiene nada que hacer contra el original. La cantidad de puzzles ha disminuido drásticamente, y la exploración de mapas es más superficial. Además, la mayoría de los mapas del juego son repetidos del anterior, por lo que el avance por mapas es, generalmente, bastante monótono. Sí hay puzzles, y están bien (En Tales of posteriores casi los suprimen por completo), pero nada comparado con la precuela.

En resumen, la exploración ha empeorado y los combates siguen la misma línea, con algunas novedades pero menos personajes, así que podríamos decir que la jugabilidad de Dawn of the New World es peor que la original, aunque no por ella es mala, en absoluto. Es divertida en todo momento y funciona.
Eso sí, funciona porque el juego decide no abusar de ella. Mientras que una partida de Tales of Symphonia puede durar 60-70 horas sin dejar de ser divertida, Dawn of the New World no funcionaría durante tiempo. Consciente de ello, el juego dura aproximadamente la mitad del juego anterior, lo que personalmente, y dado el caso, solo puedo considerar un acierto.

Con eso ya está dicho lo más importante, pero veamos el entorno del juego, es decir, la música y los gráficos.
En cuanto a los gráficos, el diseñador del juego ha cambiado y eso es algo que se nota con claridad. Los diseños personajes siguen una estética animada igualmente viva que en el juego anterior, aunque si comparamos, por ejemplo, a Emil con Lloyd, podemos notar que el diseñador es diferente. En los monstruos se nota aún más, por lo que podemos ver que las criaturas son menos monstruosas y más animadas que antes. Personalmente diría que ahora son más atractivas que antes a la hora de reclutarse. 
Uno de los monstruos reclutables
Los gráficos siguen la estela del juego anterior, algo más pulidos pero con menor nivel de detalle, pero generalmente son lo mismo con gráficos de Wii, es decir, buenos gráficos. Los combates son igualmente veloces, aunque los movimientos de las escenas ya no son tan estáticos como antes.
El principal problema es que la mayoría de los escenarios son repetidos. Los nuevos escenarios están bien, aunque son más amplios y con menos obstáculos por resolver, pero los nuevos están casi igual. Eso quiere decir que los puzzles ya están resueltos, pues los resolvimos en el juego anterior. En algunos mapas del juego anterior se han añadido puzzles nuevos, pero básicamente son el mismo lugar. Esto propicia también que la exploración sea más repetitiva.
Es decir, los gráficos son buenos, tienen su propio estilo, aunque la repitición es negativa para el diseño de los escenarios.

Por último, la banda sonora. Bueno, antes de eso, las voces. A mí me gustó el doblaje original de Tales of Symphonia. Las voces me siguen pareciendo igual de dignas que por aquel entonces, sobre todo la voz de Tenebrae, que de verdad me encanta. Eso sí, quisiera recalcar el detalle de que no se han conservado, por algún motivo, todas las voces del reparto original, al menos en inglés. Mientras que algunos personajes como Genis conservan la voz original, otros como el mismo Lloyd han cambiado de actor. Siguen siendo actores acordes, pero el cambio puede chocar un poco.

En cuanto a la banda sonora en sí... No, aquí sí que no hay punto de comparación. En comparación con la maravillosa banda sonora de Tales of Symphonia, esta segunda entrega posee una banda sonora sencilla, con temas generalmente poco potentes en casi toda su extensión. Los mapas repetidos también tiene la misma música que antes, pero alterada, aunque a peor, en mi opinión.
Hay algunos temas que se salvan, como los dos que voy a poner ahora:

Este suena cuando Emil entra en Modo Ratatösk (Del que no he hablado, pero tampoco hace falta):


Y este es el tema de Richter Abend:


Estos dos temas me gustan bastante, por ejemplo, pero tampoco hay mucho más que rascar. Eso sí, la mejor escena del juego, incluida en la mejor parte del juego, tiene un tema que es absolutamente maravilloso. Uno de los mejores temas que he escuchado nunca en un juego, sencillamente, pero no puedo ponerlo aquí para no destripar.
Así que aquí no hay dudas: Aunque tiene sus temas, la banda sonora de Tales of Symphonia 2 es, por lo general, bastante sosa.



Así que, recapitulemos: La historia es peor y tiene relleno, pero los protagonistas son buenos personajes y la recta final es excelente, la jugabilidad aporta menos personajes buenos pero el control de esos pocos está a la altura de los originales, la banda sonora es algo más sosa y los gráficos cumplen por el mismo camino.
Yo no tengo ninguna duda al afirmar que Tales of Symphonia Dawn of the New World es un buen juego, pero no tiene nada que hacer frente al original.

Si jugaste a Tales of Symphonia, me aventuro a asegurar que lo disfrutarás, especialmente en su recta final, que personalmente pienso que no tiene nada que envidiar al original. Eso sí, no esperes un juego mejor que el original ni una obra maestra, porque Dawn of the New World es un juego bastante modesto.






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