[PS2] Need for Speed: Carbono

martes, 16 de octubre de 2018
16 de Octubre de 2018

Los juegos de conducción no son precisamente lo que más me gusta, pero como ya sabrá quien lea habitualmente este blog o quien me conozca, no hago ascos a ningún juego en general.

Generalmente prefiero por mucho los juegos de carreras animadas, por sus personajes, sus mapas más variados y también por su manejo en general. También prefiero las carreras futuristas, aunque ese es un género que está de capa caída últimamente.

Pero por un motivo o por otro, acabé jugando Need for Speed: Carbono. No fue mi primera incursión en la saga. Ya en su día había probado Underground en GameCube, aunque no me lo llegué a pasar.

Lo cierto es que probar géneros que no me llaman, si es con juegos como este, es un placer.

Sin spoilers. Y sí, este juego tiene cosas que se pueden destripar.


Need for Speed: Carbono fue la décima entrega de la legendaria saga de conducción Need for Speed. Salió el año 2006 para multitud de consolas, entre las que se encuentran PlayStation 2, XBox 360, PlayStation 3, PC y Wii. Hubo una versión para consolas portátiles, pero era diferente en varios aspectos.
El juego lo desarrolló una de las ramas de EA.


La fama de Need for Speed no necesita presentación. Con sus más y sus menos es sin duda una de las sagas de conducción más famosas de la historia, y tiene ni más ni menos que más de treinta años.
Por eso no hay ni que mencionar que el control de Carbono es excelente. La conducción en sí, más exagerada y rápida que la de los simuladores funciona con el paso de los años con una solidez irreprochable. Dando eso por hecho, son otras cosas las que podrían hacerlo destacar frente a sus rivales o frente al resto de juegos de su propia saga.

En este caso hay varios modos: Las carreras normales, las competiciones de derrape, las carreras contrarreloj... No me voy a detener más que en lo más importante.
Y lo que considero más importante en la parte jugable son tres cosas.
La primera es la presencia de ayudantes, compañeros que podemos elegir durante las carreras para prestarnos diversos servicios. Nos darán pistas sobre atajos o sobre la posición del enemigo, chocarán contra los demás coches para inmovilizarlos o cortarán el aire delante de nosotros para permitirnos alcanzar mayores velocidades. Esos son los tres tipos de ayudantes de Need for Speed: Carbono, un sistema a priori sencillo pero que en la violencia de las carreras callejeras funciona muy bien tanto jugablemente como en concepto.
La segunda son las persecuciones, en las que tendremos que evadir a la policía. No es la primera vez que este sistema aparece en la saga, pero ha mejorado desde la última vez. Evadir controles, engañar con fintas u ocultarnos en calles secundarias son tres ejemplos de las tácticas que podemos usar para escapar.


La tercera es el Canyon, una carretera montañosa en la que libraremos duelos contra jefes, con un sistema bastante original que consiste en pisarle los talones al rival o evitar que nos lo haga él.

Todos estos modos están bien implementados en un modo de un jugador bastante bueno, que tiene una duración más que aceptable. En ese modo, cuya historia comentaré más adelante, tenemos que hacernos con el control de la ciudad conquistando territorios, lógicamente, mediante carreras y otros desafíos de conducción.
Este sistema funciona bien, de modo que Need for Speed: Carbono puede ser disfrutado perfectamente por un solo jugador. Por supuesto, nunca está de más que los amigos se sumen a la refriega.

Tampoco nos podemos olvidar de algo que siempre tienen los Need for Speed, el tuneado de vehículos. Es un sistema que no requiere más detalles por mi parte, pero que permite una completa personalización de vehículos.
Además, a medida que el juego avanza tendremos que adaptar nuestro vehículo a las necesidades y exigencias de los retos que nos avengan. 


Así que jugablemente Need for Speed: Carbono es un juego sólido, variado y apto tanto para un jugador como para varios.

Aunque la cosa no se queda ahí. La banda sonora del juego es muy eficaz y tiene desde temas vocales hasta otros orquestales de una intensidad atronadora.
Aquí os pongo un par de ejemplos. El primero es la música que suena en algunas carreras y el segundo suena cuando estamos siendo perseguidos por la policía:




Además, tiene el detalle de que algunos temas cambian en función del tipo de vehículo que estés usando (De entre los tres disponibles).
La banda sonora de Need for Speed: Carbono es, pues, muy frenética y de gran calidad, un acompañamiento perfecto para las carreras del juego, y también para los menús, que tienen no pocos temas también.

Gráficamente, de EA no se espera otra cosa que no sean unos gráficos de un nivel técnico alto. Al margen de ese nivel técnico, la sensación de velocidad está bien lograda y permite correr sin perder de vista el entorno.
Artísticamente, algunos recorridos son similares entre sí, pero en principio cada una de las cuatro zonas de la ciudad tienen un aspecto propio e individual, limitado claro está porque una ciudad no puede contener cambios tan exagerados como los que se verían en un juego de carreras animado en el que cada mapa es una zona totalmente distinta.


A eso hay que añadir la ambientación urbana nocturna del juego, que le aporta un estilo bastante propio. Todo el juego ocurre de noche, pero eso es más un punto a favor que uno en contra, pues le permite crear un contexto visual propio más carismático.

Y por último queda comentar brevemente la historia, por que sí, Need for Speed: Carbono tiene historia.
No es nada del otro mundo, pero gira en torno a un suceso del que faltan explicaciones y tiene un "villano" al que batir. Nuestros ayudantes se unen a nosotros y tienen cada uno personalidad propia, que demuestran en las carreras con sus comentarios. También hay jefes a los que vencer para conquistar los territorios, mientras poco a poco se desvela qué ocurrió el día del accidente con el que comienza la trama del juego.


Un punto a favor con respecto a esos personajes es también el tema del doblaje al español, de gran calidad y que aporta bastante carisma a todos y cada uno de los personajes.

En fin, que la historia no es mucha pero sirve para justificar el modo de un jugador para que sea más que varias carreras enlazadas.

La conclusión es que Need for Speed: Carbono es sin duda un excelente juego de carreras, totalmente recomendado para los amantes del género, y que a día de hoy no ha envejecido ni un ápice.
Yo, que no soy un gran adepto de este tipo de juegos, lo disfruté bastante, así que no me cabe duda de que cualquiera al que le gusten este tipo de juegos también lo disfrutará.





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