3 de Octubre de 2016
La entrada que voy a escribir hoy fue postergada, olvidada y por último enterrada. Incluso la borré de la lista de pendientes, pero hoy ha vuelto aquí, porque no he encontrado ningún motivo especial para no hablar de ella, salvo que la entrada en sí será bastante más corta de lo habitual.
Algo parecido me ha ocurrido con El Temor de un Hombre Sabio, segunda parte de la Trilogía del Asesino de Reyes, por la razón de que sigue la línea marcada por la primera entrega y hablar de ese libro sin destripar nada y aportando algo era demasiado difícil y hasta irrisorio. Por eso he decidido esperar a que salga y lea la tercera parte para escribir una entrada más completa sobre la saga entera.
En fin, hoy voy a hablar sobre la serie Inazuma Eleven, concretamente su primera temporada, que abarca única y exclusivamente los acontecimientos ocurridos en el primer videojuego.
Las preguntas que pretendo responder son "¿Merece la pena verla después de jugar al juego?" y "¿Está bien a pesar de no haber jugado al juego?", o algo así.
Viéndolo en perspectiva, creo que esta entrada será bastante corta, pero que sea como tenga que ser.
Viéndolo en perspectiva, creo que esta entrada será bastante corta, pero que sea como tenga que ser.
Bueno, empecemos.
No contiene spoilers de la serie ni del juego
A raíz del famoso videojuego de DS, nació en 2008 una adaptación al anime producida igualmente por Level-5, desarrolladores del juego original.
La historia narra las aventuras de Mark Evans, un joven portero amante del fútbol hasta la médula que sueña con convertirse en el campeón del Futbol Frontier, el mayor torneo futbolístico de Japón.
Mark tendrá que superar numerosos desafíos para que todo su equipo, el Raimon, alcance la fuerza suficiente para enfrentarse a rivales de la talla de la Royal Academy, conocida como el mejor equipo del país.
La historia comienza un tranquilo día en el instituto Raimon. Mark Evans, capitán del equipo de fútbol del Raimon intenta convencer a sus jugadores para entrenar. Pero la situación no es halagüeña, ya que el club de fútbol del Raimon está al borde de la desaparición, y ni siquiera cuenta con los once jugadores reglamentarios.
En ese contexto, Mark descubre que la Royal Academy, el mayor equipo de Japón, capitaneado por Jude Sharp, ha retado al Raimon a un partido.
Tras un desequilibrado partido y tras conocer al legendario Delantero de Fuego Axel Blaze, comienza el camino de Mark y del Raimon para tratar de formar el mejor equipo de Japón y conquistar la cima del Futbol Frontier.
Primero, antes de entrar en la trama, donde voy a dividirme en dos planos, voy a mencionar brevemente los aspectos técnicos.
La animación es aceptable. Es lo que se suele ver en series de este tipo, destinadas principalmente a públicos más infantiles. Como se trata de partidos de fútbol, se requiere un nivel de calidad mínimo para que se vea bien en plena acción, y en ese aspecto Inazuma Eleven cumple perfectamente. No tiene una animación especialmente destacable, pero funciona, está bien hecha y no abusa de las repeticiones.
En cuanto a la banda sonora, los temas son variaciones de las canciones que ya aparecían en el juego, y de hecho el opening es el mismo, tal cual. A quien haya jugado el juego será un detalle que agradecerá, y quien no aun tendrá unos temas que tasan bien con la ambientación. Eso sí, el uso que se le da a los temas es más irregular que en el juego. Por ejemplo, el tema de la Royal Academy, que en el juego solo suena durante los partidos contra ellos, en la serie suena en muchos momentos en los que la Royal Academy ni siquiera está en escena. Ese uso aleatorio es un pequeño punto en contra, aunque la música llama menos la atención en la serie que en el juego (Por puro contraste de sonidos).
Aquí pongo un par de ejemplos. No es difícil encontrar las adaptaciones de la serie. Curiosamente cuesta más encontrar los originales:
Estos son concretamente dos de mis temas favoritos, que además son casi iguales en el juego y en la serie. Otros temas cambian más (y a peor, pero esa es mi opinión). Pero como suele pasar, no destacan lo suficiente.
Por último, el doblaje español se encuentra ante el reto de doblar a decenas y decenas de personajes. Cada equipo de fútbol tiene 11 jugadores, o incluso más si contamos que muchos tienen algunos en el banquillo (aunque en la serie eso se suele reservar para el Raimon). A mi gusto personal, el doblaje de Arait hace un trabajo excelente al doblar a todos esos personajes. ¿Podría hacerlo mejor? Es posible, pero tengamos en cuenta la inmensa cantidad de personajes que han tenido que doblar. Darle una voz perfecta a cada uno es un trabajo titánico.
Ahora que ya he tratado los aspectos técnicos, puedo comenzar a hablar de la trama.
En primer lugar se me ocurre compararlo con series como Pokémon o Yu-Gi-Oh. ¿Por qué? Porque el tema principal es el fútbol y por tanto el mundo mágicamente funciona en torno a él. Si quieres evitar que un malote te robe la cartera, basta con marcarle un gol. Si quieres salvar el mundo de una catástrofe mundial... gana un partido de fútbol. No es que me esté quejando, pero no deja de resultar divertido. Sin embargo, lo cierto es que Inazuma Eleven consigue formar una trama futbolística bastante realista y eficaz para albergar superpoderes y ese tipo de cosas (Los futbolistas usan supertécnicas dignas de Dragon Ball). También alberga cosas como control mental, drogas que potencian el rendimiento... Pero el caso es que los malos no son unos demonios del averno que quieren jugar al fútbol ni nada así, sino un entrenador corrupto capaz de todo con tal de obtener la victoria. No es, ni de lejos, algo que se aleje demasiado del mundo real, y aunque Inazuma Eleven refleja estos temas de forma bastante infantil, no dejan de estar ahí.
Las motivaciones de los enemigos y del protagonista, que gana a base de esfuerzo y pasión, además de convencer a los demás para jugar con honor, deja atrás un mensaje admirable que, si bien es presentado de una forma algo básica y, de nuevo, infantil, se usa de una forma bastante decente.
Y es que ese es uno de los principales temas de la historia: Cómo conseguir lo que uno sueña a base de esfuerzo y sin rendirse jamás. Aunque hay muchos más temas, como la amistad (que no puede faltar nunca) y el compañerismo, por citar otros también muy importantes en este caso, la principal marca de Mark Evans es la consecución de una meta a base de sudor y lágrimas. Un mensaje bonito que, aunque infantil, se presenta de forma eficiente.
Sí es cierto que otros muchos temas se tratan apresuradamente, o se ven rodeados masivamente por un infantilismo que les resta demasiada seriedad e importancia, pero es algo que ya pasaba en el juego.
Por último, me gustaría decir que acostumbro a escuchar que Inazuma Eleven es una mezcla de Oliver y Benji y Dragon Ball. Nada más lejos de la realidad... si hay algo parecido a Inazuma Eleven, esa es sin duda Digimon. Esto sí podría considerarlo un punto negativo de la serie, y es que el elemento futbolístico es... escaso. Cuando hay dificultades en un partido, la resolución suele basarse en la ejecución de una técnica nueva, al igual que un combate de digimon se resuelve digievolucionando. Al solucionar los problemas personales del equipo, el rendimiento aumenta y eso les permite ganar, ya sea simplemente o realizando al fin una nueva técnica. Ese elemento táctico que existe en el fútbol apenas se ve reflejado en la serie, así que esta puede no resultar especialmente interesante para aquellos que la vieran porque les gusta el anime y también el fútbol.
Con todo esto, espero que si alguien no ha jugado al juego y no sabe si ver la serie, haya resuelto sus dudas. Personalmente creo que la serie es mejor verla habiéndola jugado al juego, que es como lo hice yo.
Ya solo me queda dedicar una pequeña porción a la pregunta de si merece la pena ver la serie después de haber jugado al juego. Bien, la primera pregunta obvia es: ¿La historia es la misma que la del juego? Pues bien: Casi. Me explico: Los sucesos son los mismos, aunque el desarrollo de algunas partes está cambiado, sin afectar demasiado a la trama en sí. Se le da más presencia a personajes secundarios del Raimon por el mero hecho de que se les muestra un poco más que en el juego (Aunque los claros protagonistas siguen siéndolo).
Pero vamos, generalmente es la misma historia... salvo por un pequeño detalle: Erik. En el juego, el nombre de este personaje es mencionado por algunos personajes, pero en la serie su papel es mucho más relevante.
El problema es que Inazuma Eleven 2, el videojuego, toma en cuenta estos sucesos, de modo que si jugamos al primer juego y pasamos al segundo, lo que rodea a este personaje se da por hecho y no se explica. No es muy importante, pero es un detalle que conviene saber.
Por lo demás, es curioso ver la adaptación al anime del juego, una adaptación bastante fiel, y si lo tomas sin las expectativas demasiado altas, es una adaptación que se disfruta, pero tampoco va mucho más allá.
Así que no, diría que no es necesario verla, aunque si te apetece, no está mal, así que adelante.
Esta entrada me ha costado algo más de lo normal, y no sé si habré reflejado todos los aspectos que pretendía, pero espero que haya sido así y haya servido a ambos bandos (los que han jugado al juego y a los que no) a decidir si quieren verla o no. O si ha resultado entretenida y suficientemente profunda para aquellas que la han leído habiendo visto ya la serie.
Nos vemos.
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