[DS] Inazuma Eleven

A partir de ahora se avecina una racha de entradas en las que predominarán los videojuegos sobre las series, siendo la presencia de los libros y películas más escasos. La razón es sencilla: Es donde me enfoco principalmente, así que tengo mayores conocimientos y me entretengo más hablando de ello.

Hoy toca hablar de un juego bastante infravalorado por la imagen que dio en muchos países, España incluido. Al salir la serie animada de Inazuma Eleven, que parecía una mezcla de Dragon Ball y Oliver y Benji, y posteriormente llegarnos el juego, este parecía un juego para niños hecho para vender a partir de la serie.

La situación es bastante contraria: Inazuma Eleven nació como un juego de la mano de una de mis desarrolladoras favoritas, y posteriormente se lanzó la serie que describía su historia. Sabiendo esto y tras recibir recomendaciones por parte de un amigo, que me insistió en que lo probará, lo encontré a buen precio y no lo dudé dos veces.

¿Tengo que seguir diciendo que no voy a destripar nada?

Inazuma Eleven es una mezcla entre un juego de rol y futbol, conservando más elementos del rol, y bebiendo del fútbol más bien en su temática que en su jugabilidad. Nació en 2008 de forma exclusiva en DS, de la mano de Level-5, una prestigiosa desarrolladora de juegos, principalmente RPGs, y una de mis favoritas, que ha desarrollado juegos tales como Dragon Quest: El Periplo del Rey Maldito, o Ni no Kuni, y algunos juegos de otro género como el archiconocido Profesor Layton.

En esta ocasión, Level-5 decidió hacer una mezcla extraña y convertir un juego de fútbol en un juego basado en la personalización del equipo y una jugabilidad propia de un RPG, con un resultado más que aceptable.

Mark Evans, portero y capitán del club de fútbol del instituto Raimon, un club falto de pasión en el que la mayoría de los jugadores ni siquiera entrena a diario. Todo cambia con la llegada de Axel, exfutbolista y leyenda del fútbol juvenil, y subcampeón del Futbol Frontier, el mayor torneo de futbol de la región, y el sueño al que aspira Mark Evans.

Al mismo tiempo, el club de futbol recibe una propuesta peculiar: La Royal Academy, campeona del futbol Frontier, quiere un amistoso contra el Raimon.

Nada volverá a ser igual para Mark Evans ni para el club de futbol del Raimon.

No es fácil hablar de la jugabilidad de un juego que es, sin duda, único en su catálogo. Convertir un juego de fútbol en una especie de ARPG fue una estrategia extraña por parte de Level-5, aunque el resultado fue de lo más coherente y satisfactorio. Cabe destacar que el futbol usado no es un futbol realista, sino uno exagerado basado en técnicas especiales y fantásticas, con capacidades tales como prender fuego al balón o incluso detener el tiempo para regatear a tus rivales.

Para ver el video a velocidad normal, ponlo a velocidad x2
El sonido es ajeno al juego, por lo que se recomienda Silenciar.

Las supertécnicas son el pilar fundamental de Inazuma Eleven. Ya sea para robar el balón, regatear, chutar a puerta o detener un tiro, usar supertécnicas será siempre necesario para ganar (a menos que le saquemos una ventaja de nivel considerable al rival). Tendremos que elegir las que mejor se adapten a la situación (cada jugador puede tener 6 técnicas, dos de ellas a nuestro gusto), ya que aunque las hay mejores y peores, nuestro PT (la clásica barra de "magia" de los RPGs") es limitado.

Así, los campos de fútbol serán el escenario en el que moveremos a nuestros personajes, siendo las habilidades de tus jugadores y nuestro uso de sus supertécnicas la diferencia entre ganar o perder.

Y ya que hablamos de los jugadores, hay que destacar que en Inazuma Eleven hay nada menos que 1.000 jugadores diferentes. Cada uno tiene su aspecto propio, que incluye el sprite de escenario y de partido, el rostro, y por supuesto, su apariencia en 3D, además de cuatro técnicas escogidas de entre el total (y que se adaptan al personaje) y una breve descripción de alguna característica especial de la personalidad del jugador. Aunque hay algunos genéricos y feuchos, sobra variedad, y otro de los pilares del juego acaba consistiendo en crear a nuestro equipo, buscando y recogiendo jugadores, eligiendo cuáles nos gustan más y personalizando su posición y supertécnicas. En este punto reside lo que hará que la vida del juego se multiplique, así que tenemos que tener claro que si preferimos coger a los protas y pasar de hacer nuestro propio equipo, la duración se reducirá considerablemente, y parte importante de la esencia y diversión del juego se desvanecerá. Por mi parte, estuve horas y horas preparando mi equipo, tanto que al final no quería dejar de jugar por seguir usando ese equipo que había estado preparando, y a cuyos jugadores ya les había cogido hasta cariño. De hecho, hasta me había planteado poner a mi equipo en esta entrada, aunque ya haré otra cosa con ellos.

No cabe duda de que esta jugabilidad es el motivo para jugar Inazuma Eleven, aunque por supuesto hay más elementos. No creo que merezca la pena hablar mucho de los gráficos: Son sencillos desde fuera, tanto en los partidos como en los mapas, con sprites en 2D, y muestran un acertado 3D (como el que se veía en el video que puse anteriormente) durante las jugadas de los partidos. Teniendo en cuenta la cantidad de personajes que hay, y que siempre se verán tal y como son (nada de reciclar sprites similares), el apartado gráfico es digno de elogio. Además, cabe mencionar que ese estilo que tiene es bastante animado, de ahí que sirviera de excelente base para una serie infantil, y resulta bastante agradable, recordando en ocasiones a otros juegos de Level-5 dentro de la consola.

Por otro lado, no se puede decir que fuera sencillo añadir una trama buena a un juego de futbol, mucho menos a una en la que los personajes los elegimos nosotros, pero lo cierto es que la de Inazuma Eleven es más que eficaz. La trama es, de por sí, bastante realista, si no contamos las supertécnicas y las exageraciones al estilo Oliver y Benji (en la expectación del público y la importancia del fútbol, básicamente). Tendremos hasta un enemigo: Ray Dark, entrenador de la Royal Academy, y un hombre malvado capaz de hacer cualquier cosa para ganar, saboteando los partidos para asegurar la victoria antes de comenzar.

Por otro lado tenemos a Mark Evans, protagonista de la historia, que juega con gran pasión gracias al legado de su abuelo al que nunca conoció; y Axel Blaze, exfutbolista del Kirkwood, finalista del torneo de Futbol Frontier, que dejó de jugar al fútbol cuando su hermana pequeña sufrió un terrible accidente y cayó en coma.

Hay más personajes, por supuesto, tanto en el equipo de futbol protagonista como en los rivales, así como otros personajes de relevancia en la historia al margen de los partidos, como es el caso del Detective Smith.

Aunque no sea una obra maestra, esta historia se agradece, y ayuda a mantener el interés que nos empujará a continuar con el juego hasta el final.

Si no me olvido de nada, solo me queda mencionar la banda sonora. No hay muchos mapas a lo largo del juego, pero tienen temas animados acorde al bullicio o la calma, y siempre a ese estilo de animación infantil.

Hay varios temas de batal... digo, de partidos, aunque se habrían agradecido algunos más, sobre todo en los partidos que, sin ser los más importantes (estos sí tienen tema propio), suponían un avance relevante en la historia. En otras palabras, que los dos torneos de futbol del juego y los partidos ajenos no compartieran música.

He estado buscando un ejemplo por youtube, y he sido incapaz. La banda sonora del primer juego parece haberse desvanecido en pos de la de la primera serie. Por fortuna, muchos de los temas son casi idénticos, así que pondré uno de los más parecidos, el tema de la Royal Academy:

De nuevo volvemos a lo mismo que con la trama: No son una obra maestra, pero ayudan a formar el mundillo, son agradables y siempre suenan bien a nuestros oídos.

Cabría menciona también el modo online, de no ser porque, como seguramente sabréis, los servidores de DS cayeron hace un tiempo. Sin embargo, podremos competir contra nuestros amigos utilizando el modo inalámbrico, que requiere multicartucho.

Y si nos olvidamos del online, podríamos decir que la duración cae bastante, al perderse la esencia de usar nuestro equipo personalizado contra otros jugadores. De todos modos, eso sigue siendo un buen aliciente, como fue mi caso, aunque el hecho de que la personalización del equipo sume tantas horas de juego hace que la duración sea bastante variable en función del tiempo que dediquemos a ello.

Si nos limitamos a jugar hacia delante sin apenas personalizar, el juego nos durará unas 20-30 horas. A partir de ahí aumentará más o menos según lo que ya he mencionado. En mi caso, esta duración alcanzó las 50 horas de historia principal, y otras más de 30 para completar los desafíos adicionales, si bien aún me quedan algunas cosas que hacer.

Si tengo que resumir en una conclusión, diría que Inazuma Eleven se parece bastante a Dragon Quest 9 en la esencia: Es un juego MUY divertido, con bastante contenido (aunque el Dragon Quest tenía mucho más) y que se disfruta hasta su final, comúnmente haciéndonos continuar jugando tras acabar el final. Lo que ocurre con ambos juegos es que aunque sean muy divertidos y sean juegos la mar de completos, distan de lo que podríamos llamar "obra maestra" o "juego épico", aunque Inazuma Eleven se lleva un punto adicional a originalidad, de eso no cabe duda.

De modo que concluyo recomendando Inazuma Eleven a todo portador de una DS al que le agraden los RPGs, sin necesidad si quiera de ser un amante del fútbol (yo no lo soy), siempre y cuando no espere que las intrigas de la trama y una banda sonora divina le pongan los pelos de punta.